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jueves, 24 de marzo de 2011

Cómo evitar el fracaso si es pequeño empresario (parte 6)

Las empresas tienen dos riegsos que deben afrontar en su gestión: El identificar el mejor segmento de mercado en donde pueden trabajar y definir quiénes son las personas más competentes para atenderlo.


Cuando las organizaciones encuentran el talento pero no saben cómo retenerlo, se deja una puerta abierta para que la competencia, el fraude o la pérdida de productividad entren con facilidad.


En esta sexta entrega hablaré de cómo el factor humano más que los productos o las máquinas, hacen que una empresa pueda  ser o no competitiva.


El sexto problema por el cual una empresa fracasa es...


 



Nos llenamos de incompetentes.


Cuando usted como empresario no cuenta con una política clara en materia del talento de su organización y qué requisitos debe cumplir, usted tiene rotulado en su frente la frase "cualquier persona sirve".
En la era del conocimiento no todo el mundo construye conocimiento; es más sólo el 1% de los empleados de una empresa son los encargados de mover los impulsores de la utilidad de su compañía.


 



El problema no es que usted tenga holgazanes y vagos en su empresa.


El no contar con políticas de identificación, selección, contratación, remuneración y retención de las personas  es poco probable que pueda satisfacer a sus clientes por las siguientes razones:




  • Fidelizar a una persona hacia una marca ya no es cuestión de productos sino de relaciones. Si sus empleados no tienen la capacidad de persuadir, escuchar y ser inteligentes socialmente, puede ir preparando los gladiolos y un cura para los santos óleos.

  • Las empresas que progresan ya no fabrican productos, fabrican conocimientos. Si usted es de los que les gusta contratar a una persona por sus conocimientos implícitos o en el peor de los casos, centrado en el empirismo porque sale más barato, no espere que estas personas generen altos resultados por la  vía de la  innovación.


Mi llamado entonces es a que usted como empresario entienda el por qué debe existir en su organización una política referente al talento de su empresa y pararle bolas al asunto, porque la competencia en estos momentos sí lo está haciendo.


Sin embargo existen empresas comprometidas con el desarrollo de talento y son un fracaso al tratar de retener profesionales inteligentes esos que generan toneladas de dinero en las organizaciones. ¿Por qué ocurre esto?


Empresas que invierten mucho en sus departamentos de gestión de talento cometen la séptima causa por la cual una empresa fracasa y es...



La falta de momentos sinceros.


Los buenos profesionales no trabajamos por sólo un salario, lo hacemos porque en una empresa consideramos que existen retos y oportunidades de superación personal. Lo hacemos también porque encontramos calidez, ética y principios.


Es una vergüeza encuentrar en algunas empresas las siguientes situaciones:




  • Engaño y maltrato a sus clientes con productos de mala calidad, con publicidad engañosa y precios por encima de lo normal porque hay que "aprovechar el papayazo".

  • Abuso de  jefes y mandos medios buscando conservar su poder no permitendo que los empleados brillantes puedan crecer como profesionales y personas con integralidad. No saben el daño que hacen cuando roban ideas en nombre propio e  imponen cargas laborales imposibles de manejar por el cuerpo porque, son "empleados de confianza"

  • Pérdida de beneficios laborales o en el peor de los casos inexistencia de  alguna retribución por llevar el peso de la generación de valor de una compañía (a veces un gracias es mucho más importante que un fajo de billetes)

  • Entornos donde no se pueda innovar con autonomía.


La crisis actual de las empresas no se debe al acceso a nuevas tecnologías; hoy se debe a la incapacidad de las empresas de retener talento cada día más capacitado e independiente, capaz de decidir qué tipo de empleo quiere, así usted ofrezca unas lindas oficinas con todos los juguetes. Cada día el déficit de profesionales con concimientos especializados es más alto; ante esta problemática ¿usted qué piensa hacer?


No será extraño entonces que esas personas valiosas que se aburrieron en su compañia estén creando en estos momentos empresas que serán su competencia, con el siguiente agravante:  Muy probablemente lo harán mucho mejor que usted; estas personas son expertas en identificar lados flacos y sí saben que  es aprovechar la papaya.


Puede seguir estos consejos entonces:




  • Antes de buscar talento en su empresa piense un ratico y defina qué cosas importantes tiene para ofrecer como empresario (principios, entornos, relaciones, retos, qué diferenciación existe en su empresa que permita que la gente se quede y no se conviertan en su enemigo oculto)

  • Cuáles deben ser las caracteríticas de esas personas. Puede hacer un mapa mental de lo que quiere en cada cargo (incluso hasta dibujar su aspecto físico)

  • Cuál será la remuneración de estas personas. Importarnte investigar en el mercado las escalas salariales de la cometencia.

  • Si ya tiene definido todo lo anterior, describa los mecanismos de valoración del desempeño de su gente. Puede ser que sus empleados hacen muchas cosas valiosas,  no obstante no existen los instrumentos de medición;   entonces los esfuerzos de su gente son percibidos como irreleventes a sus funciones.


En resumen:


No tolere la incompetencia; pero sea sincero con lo que usted  puede ofrecer a sus empleados en su compañía

miércoles, 23 de marzo de 2011

¿Por qué fracasa la formación de empresarios?

Como respuesta a la crísis en materia de empleabilidad y regeneración del tejido empresarial el estado, las universidades y demás centros formativos hacen por arte de magia de cualquier persona un empresario.


Si Colombia es uno de los países que más crea empresas, ¿por qué  encabeza la lista de los países con mayor cierre de las mismas? y ¿ por qué es uno de los países con mayor atraso en gestión de la innovación?


La formación de empresarios no debe asumirse como una labor exclusiva de la academia, que define la formación de nuevos empresarios desde los colegios y universidades como algo sui-generis y apalancado por la moda.




Emprender o morir en el anonimato.


El deber de todas las instituciones dedicadas a la formación radica en  procurar y presentar a la sociedad misma personas incluyentes, capaces de dar soluciones a las problemáticas que se presenten en su entorno; esto aplica también para las instituciones dedicadas a la formación de empresarios (en Colombia según la ley 1014 o ley de fomento a la cultura emprendedora le corresponde esta función a las instituciones educativas y de fomento para el emprendimiento).


No cabe entonces que en la era del conocimiento tengamos un modelo de formación de empresarios centrado en la entrega de contenidos sin desarrollo de experiencias. Como emprendedor me aburre el asistir a programas de formación en donde tengo al frente personas hablando de emprendimiento y empresarismo en su mayoría con conceptos teóricos y sin ninguna aplicación a mi entorno.


Me pregunto entoces  si los programas actuales formación de empresarios y emprendedores generan los espacios de motivación suficientes para que uno quiera hacer algo o empezar el montaje de una empresa. En los cinco programas de formación de emprendimiento a los que he asistido en la ciudad de Medellín, la verdad no me han generado la chispa interna para emprender; creo que mi espíritu emprendedor ha salido por mi propia motivación y por las ganas dejar una huella positiva en los demás, no por la presencia de "filósofos" y "asesores" que nunca han emprendido nada pero viven hablando del tema  como Pedro por su casa...


 



La clave de la formación de emprendedores y empresarios está en las personas, los métodos y las redes.


Como buen anlista de los datos y los hechos considero que las instituciones de formación y de fomento para el emprendimiento pueden hacer un ejercicio interesante, siempre y cuando sean capaces de:




  • Articular la formación en emprendimiento en las universidades y colegios no como un relleno o una moda (como lo he identificado en varias universidades e instituciones educativas en Medellín), sino como una necesidad para el posicionamiento y diferenciación de las mismas. De qué sirve tener una cátedra de emprendimiento en una universidad si esta se encuentra desarticulada con las fortalezas institucionales y alejada de los actores.





    • Si tuvieramos instituciones fuertes en formar profesionales idóneos en Tics, ingenierías, ciencias sociales etc., ¿no sería más conveniente el enfocar el desarrollo de las acciones del emprendimiento para que estas personas puedan identificar campos de trabajo profesional en lo cual se han formado? ¿No sería más provechoso para la economía de ciudad el contar con empresas centradas en el conocimiento y no en commodities? ¿No sería más conveniente para las mismas instituciones, que fueran reconocidas porque entregan a la sociedad personas competentes en la entrega de soluciones que aquejan nuestra sociedad cada día mas inequitativa? No tiene nombre entonces que una institución quiera hacer el quite a su responsabilidad creando programas irrelevantes, poco motivadores para su público objetivo y que sólo sirven para cumplir con una norma.







    • La formación en emprendimiento y empresarismo no es cuestión de la labor docente, es labor de personas que han emprendido o creado empresas. Como mejor práctica personal siendo emprendedor hasta los tuétanos, sólo recibo acompañamiento empresarial si y solo si la persona que me asignan ha creado empresas, tiene visión de los negocios y del marketing.





      • No creo en asesores o consultores que nunca han emprendido nada, que ven la labor de asesoría y consultoría como un escampadero fácil para obtener ingresos. No creo en esas personas que se llenan la boca con el título de "consultores" y nunca se han tallado el culo por sus ideales; esos mismos que me tratan como un cualquiera y que tienen el descaro de decir que "no me cuesta nada" ó que es gratis, porque "eso lo paga la unidad de emprendimiento".  Si queremos emprendedores motivados no podemos volver la atención como si fuera el mercado persa o un servicio tipo EPS (solo tengo un ratico para usted porque tengo muchos clientes que atender y necesito facturar); ante todo servicios de atención a emprendedores con ética, honestidad y compromiso auténtico con sus proyectos e iniciativas.






      • Contar con programas de formación centrados en el aprendizaje significativo , la experiencia, la construcción de branding personal y el networking. El emprendimiento no es estar en un aula de clase, es sentirlo y vivirlo.



      • Crear comunidades de práctica en donde los expertos realmente puedan participar y construir conocimientos sobre el emprendimiento. Lo que hacemos en estos momentos de traer mejores prácticas de otros países en la materia no es malo; si es inconveniente el hacer una mala copia, tratando de implantar modelos que riñen con la cultura del ciudadano, ese mismo que puede visualizar el emprendimiento como una expresión natural de sus capacidades y no como un modelo de productividad empresarial o social (en resmen, emprende porque quiere). No todo el mundo emprende, no todo el mundo crea empresas; lo que sí se tiene claro es que cada persona tiene un rol definido por su comportamiento (prosumer, consumidor, creativo, emprendedor, empresario).


      Entonces la función de las instituciones es amoldar sus programas de formación para que el sentir y expresión de todos estos roles sea efectivo.

      ¿Será que si tendré la dicha de ver un modelo de intervención en emprendimiento que crea en la gestión del talento y no como una necesidad de reducir el desempleo?

      Esperemos que si...

      lunes, 14 de marzo de 2011

      Comunidades de práctica en emprendimiento

      ¿Cómo aprovechar la gestión de redes, la unión de expertos, usuarios e instituciones para fortalecer el emprendimiento?


      Hoy libero una de mis presentaciones del programa de emprendedores sociales, iniciativa a la cual asisten las unidades de emprendimiento de la Fundación Universitaria Católica del Norte, Corporación universitaria Minuto de Dios, Instituto Tecnológico Metropolitano ITM, Tecnológico Pascual Bravo y la Corporación Nuevos Ideales.


      Soy un convencido de que las instituciones más que dedicarse exclusivamente a entregar servicios básicos a los emprendedores en diseño de ideas y planes de negocio, deben crear mecanismos para la construcción de redes que faciliten el entorno de negocios de su público objetivo con sostenibilidad y rentabilidad.


      Este ejercicio de cuatro semanas con las unidades de emprendimiento ha sido muy enriquecedor, ya que  me ha permitido compartir información y prácticas para fortalecer metodologías y construir ideas que faciliten el accionar de las instituciones con personas muy talentosas y que necesitan el apoyo de más personas para sacar adelante sus iniciativas.


      Hago pues entonces un llamado a todos los actores a que se comprometan, no con la cultura del emprender (nadie tiene el deber de emprender, pero si de ser alguien de la nada), sino con la apropiación de hábitos que fomenten la gestión de nuevos conocimientos y el desarrollo de redes que beneficien a toda la gente que quiere y necesita vivir con equidad.


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